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Comunicado Escuela Historia – 22-02-2024-02

Comunicado: Trámite y otorgamiento de becas

Escuela de Historia

COMUNICADO

Atención estudiantes de la unidad académica

Para lograr un trámite eficiente y efectivo en el otorgamiento de las Becas por Actividades Universitarias (Estímulo, Participación, Representación, Beca Jorge Debravo), en el I ciclo lectivo 2024, es importante tener presente los requisitos establecidos en el Capítulo IV del Reglamento de Adjudicación de Becas a la Población Estudiantil (RABPE).

Al respecto, les invitamos a consultar la Circular OBAS-4-2024 incluida en este comunicado. 

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Comunicado Escuela Historia – 22-02-2024

Comunicado: Servicios de la Oficina de Bienestar y Salud

Escuela de Historia

COMUNICADO

Atención estudiantes de la unidad académica

La Oficina de Bienestar y Salud de la Universidad de Costa Rica comunica que a partir del viernes 23 de febrero a la 1:00 p.m., el servicio de atención extrahospitalaria que atiende las emergencias que se activan mediante llamada al 2511-4911, será el primer servicio habilitado para la comunidad universitaria desde las nuevas instalaciones.

Sobre los otros servicios, favor consultar la Circular ViVE-3-2024 que encontrará incluida a este comunicado.

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Comunicado Archivística 07-02-2024

Comunicado: Sobre cursos del plan de Estudios 2 (Año 2014)

Escuela de Historia

Sección de Archivística

COMUNICADO

Atención Estudiantes de Archivística

 

A la población estudiantil de la Carrera de Bachillerato y Licenciatura en Archivística, les recordamos que por motivo de la transición al Plan de Estudios 3 (Año 2021), los cursos correspondientes a 1º, 2º, 3º y 4º año del Plan de Estudios 2 (Año 2014) ya no se impartirán más.

A los estudiantes que tengan pendientes cursos del Plan de Estudios 2 (Año 2014), se les solicita enviar un correo a Asuntos Estudiantiles de la Carrera de Archivística (correo: archivistica.eh@ucr.ac.cr) indicando su nombre completo, número de carné y los cursos pendientes, con el fin de analizar cada caso.

M.Sc. Ma. Gabriela Castillo Solano

Coordinadora Sección de Archivística

Escuela de Historia

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Fechas examen parcial HA-1001

Fechas y aulas del Primer Examen Parcial
Historia de las Instituciones de Costa Rica

La Cátedra de Historia de las Instituciones de Costa Rica informa a las personas estudiantes inscritas en el curso HA-1001 Historia de las Instituciones de Costa Rica las fechas y aulas del segundo examen parcial del I ciclo 2024.

Fecha: 6 de julio de 2024.

Hora: 9:30 a. m.

Aulas

Grupo                                    Aula

01                                        302 FCS

02                                        208 FCS

03                                        401 FCS

04                                        402 FCS

05                                        403 FCS

06                                        408 FCS

07                                        303 FCS

08                                        501 FCS

09                                        507 FCS

Examen de reposición

Fecha: 9 de julio de 2024

Hora: 2:00 p. m.

Aulas: 405 FCS.

Importante: Se les recuerda a las personas estudiantes llevar su cuaderno de examen para resolver la prueba. 

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Voz experta: Anexión del Partido de Nicoya

Voz Experta Cvargas415x

M.Sc. Claudio Vargas Arias

Voz experta: “Anexión del Partido de Nicoya”, no “Anexión de Guanacaste”

La anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica implicó un largo proceso en el cual estuvieron presentes intereses económicos, políticos, geoestratégicos y por supuesto culturales.

25 julio 2023

Próximos al 25 de julio, se impone -una vez más-, recordar que nuestro país celebra en esta fecha, la incorporación del Partido de Nicoya a su territorio y no la “Anexión de Guanacaste”. Lo anterior, pese a que algunos comunicadores, publicistas, políticos y otras personas con presencia mediática siguen repitiendo la equivocación y así siguen desinformando sobre la historia del país.

Para comprender la precisión histórica y jurídica que respalda esta aseveración, es necesario conocer, aunque sea en forma resumida, algunos detalles esenciales de este proceso. Es oportuno aclarar también, que la provincia de Guanacaste que hoy conocemos, integra un territorio mayor que el que tuvo en el pasado el Partido de Nicoya.

Posterior a los años de conquista se impuso, en el territorio que a partir de aquel momento se llamó América, el régimen colonial español. Este fue un proceso complejo y cambiante, que se extendió desde el siglo XVI y hasta la segunda década del siglo XIX, y que irrespetó las particularidades culturales y las divisiones territoriales de las culturas aborígenes que les antecedieron y que diezmadas, siguieron viviendo en estas tierras.

Bajo el modelo colonial, las delegaciones de poder real y, por ende, las jurisdicciones y los límites asignados a los representantes del Imperio, no siempre fueron claros ni precisos. Los intereses (locales e imperiales) económicos, políticos, sociales e incluso religiosos se proyectaban en la organización y la administración territorial.

Publicado originalmente en

Por lo anterior, en diferentes momentos del pasado colonial, la región de Nicoya (no siempre conocida con la denominación de “partido”) varió su condición y dependencia respecto a Nicaragua o Costa Rica. Por ejemplo, hasta 1558 fue gobernación anexa a la de Nicaragua; de esa última fecha y hasta 1593 fue independiente; de 1593 a 1602 se mantuvo unida a Costa Rica. Nuevamente de 1602 a 1786 fue independiente; de 1786 a 1809 estuvo unida a Nicaragua y de 1810 a 1821, al cambiarse la organización administrativa española, con la creación de las diputaciones provinciales, Nicoya pasó a formar parte de la Diputación Provincial de Nicaragua y Costa Rica. De manera que es incorrecto afirmar que Nicoya perteneció o estuvo sometida de manera permanente a la administración de Nicaragua en cualquiera de sus jerarquías o denominaciones organizativas, mientras estuvo vigente el modelo colonial español.

Otro aspecto necesario de aclarar es que lo que la actual provincia de Guanacaste es diferente al territorio que en el pasado colonial se conoció con esa misma denominación (Guanacaste). De manera que la Villa de Guanacaste, conformó tan solo, a la actual Liberia.  

Específicamente el territorio del Partido de Nicoya integró las tierras que se encontraban en la península al oeste del río Tempisque hasta el Océano Pacífico y al norte se extendía hasta el río la Flor y el Lago de Nicaragua. Por su parte, las tierras al este del río Tempisque y al sur del río Salto eran parte del territorio costarricense.

En 1835, como parte del proceso de organización territorial administrativa del país, se crearon tres departamentos:  El Departamentos Oriental, el Departamento Occidental y el Departamento de Guanacaste. Este último se integró con el Partido de Nicoya, y los valles de Bagaces y Las Cañas, que pertenecieron a Costa Rica durante la época colonial. Finalmente, en 1848, se crearon las Provincias de San José, Alajuela, Cartago, Heredia y Guanacaste, y las Comarcas de Puntarenas y Limón.

"Próximos al 25 de julio, se impone -una vez más-, recordar que nuestro país celebra en esta fecha, la incorporación del Partido de Nicoya a su territorio y no la “Anexión de Guanacaste”. Lo anterior, pese a que algunos comunicadores, publicistas, políticos y otras personas con presencia mediática siguen repitiendo la equivocación y así siguen desinformando sobre la historia del país."

La anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica implicó un largo proceso en el cual estuvieron presentes intereses económicos, políticos, geoestratégicos y por supuesto culturales. En este proceso sin lugar a duda, el plebiscito que se realizó el 25 de julio de 1824 fue fundamental, pero no definitivo. En un cabildo abierto, los pobladores de Nicoya y Santa Cruz decidieron anexarse a Costa Rica, pero quienes poblaban la Villa de Guanacaste (como se dijo líneas atrás, la ciudad de Liberia), no estuvieron de acuerdo con esta anexión.

No fue sino hasta que el Estado de Costa Rica formó parte de la República Federal de Centroamérica, en 1825, cuando la Villa de Guanacaste fue integrada a Costa Rica por disposición del Gobierno Federal. Años más tarde, el tratado Cañas-Jerez, firmado en 1858, consolidó legalmente la integración del territorio en referencia a Costa Rica.

Según lo cita el acta de anexión, los pobladores de los territorios que decidieron incorporarse al país, así lo acordaron por las ventajas que se vislumbraban. Seguridad y estabilidad política, facilidades comerciales, beneficios administrativos son algunos temas que así quedaron expresados como propios de Costa Rica, frente a la situación de inestabilidad que en estos años vivía Nicaragua y que se extendió incluso más allá de mediados del siglo XIX.

Pese a lo anterior, casi dos siglos después de la anexión del Partido de Nicoya al territorio costarricense, se escuchan voces, de manera intencionada o por desconocimiento del pasado, que refieren a esta efeméride de manera equivocada. Con lo cual no solo se desconoce el pasado, sino que se crea confusión en el presente.


Claudio Vargas Arias
Director de la Escuela de Historia
direccion.historia@ucr.ac.cr

Opinión: A 75 años de la Guerra Civil

Perfil Ddíaz 415x

Dr. David Díaz Arias

A 75 años de la Guerra Civil de 1948, ¿hay futuro para Costa Rica?

La lucha por sostener al país que fue, y forjar sobre él la nación que debe ser, es no solo una necesidad; es que si no ocurre un compromiso político que motive un verdadero proyecto social basado en lo mejor del pasado, no habrá futuro.

20 junio 2023

A 75 años de haber ocurrido la Guerra Civil de 1948, la sociedad costarricense, o mejor dicho su clase política, parece renunciar al modelo de inclusión social forjado en la Reforma Social de 1940-1943 (una de las reformas sociales más exitosas en Occidente), así como lo hizo con la mayoría de las reformas producidas por la Junta de Gobierno de 1948-1949.

La década de 1940 fue un periodo en que el país vivió una tremenda fractura social y política. La Guerra Civil, que se extendió por pocas semanas, fue solo uno de los varios clímax de violencia que se experimentaron antes (por lo menos desde 1941) y después (por lo menos hasta 1958) de 1948. Pero la estructura institucional forjada en aquellos años y reforzada después de 1953 se convirtió en la columna vertebral de la inclusión y la posibilidad de movilidad social que experimentó la sociedad costarricense en la segunda mitad del siglo XX.

A pesar de aquella fractura, hacia la década de 1980, cuando explotaron guerras civiles en la región centroamericana, la sociedad costarricense seguía teniendo la paz, la democracia y la defensa del país como conceptos fundamentales de su nación. Esos conceptos, a los que se agregaron la idea del progreso y del bienestar (una liberal y la otra socialdemócrata), sin embargo, entraron en una crisis a inicios de ese decenio.

Publicado originalmente en

Delfino.cr

Las transformaciones que se desarrollaron en Costa Rica después de la tremenda crisis económica de 1980-1981 hicieron que la identidad nacional se volviera volátil y se desprendiera de sus principales formas de definición, hasta el punto en que se produjo una ruptura real con el pasado. La crisis económica obligó a los políticos socialdemócratas a negociar directamente con las entidades financieras internacionales y a aplicar un proceso acelerado de reformas al Estado que se ensañaron con los pilares fundamentales de aquella “diferencia costarricense”.

La educación pública primaria y secundaria retrocedió en términos de apertura y garantía de movilidad social, dando un golpe específico a los sectores medios y, particularmente, a los pobres. El desgaste del modelo de Estado llevó a un replanteamiento de los servicios principales y a intentos de venta, privatización y apertura de instituciones estales, así como a cambios en los sistemas de pensión y de comunicación entre los políticos y los ciudadanos.

El bipartidismo, de alguna forma existente desde 1953 pero consolidado después de 1978, entró en crisis. De esa forma, las elecciones presidenciales del 2018 mostraron a un país dividido por visiones morales que se suponían sepultadas en el siglo XIX, de forma que una importante cantidad de ciudadanos votaron con la idea de que Costa Rica debía ser una república regida por la religión.

"Pero la estructura institucional forjada en aquellos años y reforzada después de 1953 se convirtió en la columna vertebral de la inclusión y la posibilidad de movilidad social que experimentó la sociedad costarricense en la segunda mitad del siglo XX."

La división social, en todo caso, es más compleja, como se vio con la huelga de los empleados públicos contra el llamado combo fiscal impulsado por el gobierno de Alvarado en la segunda mitad del 2018, que llevó a que el presidente y el Partido Acción Ciudadana perdieran un gran porcentaje del apoyo que tuvieron para ganar la presidencia. La Costa Rica que llegó al bicentenario y que experimentó la pandemia por Covid-19 era un país en crisis, dividido, más desigual y crecientemente más violento. Ahora, el problema del narcotráfico y la inseguridad ciudadanas han sido una manifestación de ese país que se pierde.

Salir de la crisis actual involucra, a fuerza, un nuevo pacto social. Somos una sociedad escindida, pero eso no es un fenómeno de ahora; como se ha indicado, en el pasado ha habido momentos de graves rompimientos sociales y la nación supo mantenerse unida. Tampoco es un fenómeno nuevo los actores que explotan esa fragmentación, ni sus discursos. Lo que sí parece nuevo, es que esos residuos de enfrentamiento que vienen del pasado cercano han provocado una acumulación confrontativa que tiene un escenario casi por estallar. A esa potente mixtura se añaden una creciente desigualdad social.

La lucha por sostener al país que fue, y forjar sobre él la nación que debe ser, es no solo una necesidad; es que si no ocurre un compromiso político que motive un verdadero proyecto social basado en lo mejor del pasado, no habrá futuro.


David Díaz Arias
Docente de la Escuela de Historia
Director del Centro de Investigaciones Históricas de América Central
david.diaz@ucr.ac.cr

Comunicado Historia 23-07-07 – Iniciativas estudiantiles

Comunicado de la Escuela de Historia

¿Quieres realizar una propuesta de Acción Social?

Las Iniciativas Estudiantiles son un espacio para estudiantes de bachillerato y licenciatura de la Universidad de Costa Rica, destinado a apoyar sus propuestas, proyectos y aportes, individuales y colectivos, en el campo de la Acción Social.

Si estás interesado o interesada en aplicar, en el manual que encontrarás a continuación están los pasos a seguir y la boleta de inscripción. ¡ Muchos éxitos!

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Comunicado Historia 23-07-04 Movilidad

Comunicado de la Escuela de Historia

El Programa de Movilidad Estudiantil Internacional tiene como objetivo favorecer la movilidad estudiantil en el ámbito internacional, por cuanto permite el desarrollo de nuevas experiencias académicas, la incorporación de conocimientos teóricos y prácticos y la promoción del quehacer universitario de la población estudiantil, mediante la participación en pasantías, proyectos de investigación conjuntos, foros, congresos, seminarios con énfasis en características de avance de su Plan de Estudios. 

La Universidad de Costa Rica anuncia que la fecha de apertura programada para el programa 2023 iniciarán el próximo 31 de julio y la fecha límite para la recepción de solicitudes será el 31 de agosto de 2023, a las 3:00 p. m.

Más información en la Circular ViVE-17-2023.

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Comunicado Historia 23-07-03

Comunicado de la Escuela de Historia

En relación con los actos de graduación, se le solicita a los estudiantes seguir los siguientes pasos:

  1. Llenar debidamente el formulario de “Solicitud de inclusión a graduación” disponible en nuestro portal o en el de la ORI.
  2. Consultar en la página de la ORI, diez días antes de los Actos de Graduación, lo correspondiente a las indicaciones generales, libro de personas graduandas, programación de los actos de graduación y el programa correspondiente.

Más información en la Circular ORI-54-2023.

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Opinión: ¿Importa la Historia?

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Dr. David Díaz Arias

¿Importa la Historia?

La Historia importa, finalmente, porque su criticidad y perspectiva analítica-contextual nos hace más libres frente a los autoritarismos, los falsos profetas y los pensamientos únicos.

06 junio 2023

Es posible que exista un consenso social de que la Historia importa porque es una parte significativa de la cultura humana, porque a partir de ella se entiende el pasado, porque es una disciplina que nos provee de enseñanzas sobre la tradición, porque otorga identidad, porque, supuestamente, a partir de ella se aprende para no repetir errores y porque nos concede vías para imaginar el futuro. Pero hay datos procedentes de algunas universidades occidentales que han puesto en entredicho esa importancia de la Historia en la formación de estudiantes en Ciencias Sociales, en Ingenierías y en Ciencias Básicas.

Desde 2007, varias universidades estadounidenses comenzaron a experimentar una caída en el número de estudiantes que se inclinaban por la Historia como profesión, pero también en aquellos que matriculaban cursos de Historia como parte de su currículo profesional. En agosto de 2020, la American Historical Association se quejó de que varias instituciones de educación superior en Estados Unidos ya habían cerrado sus departamentos de historia y que otras habían reducido su planilla de historiadores. En mayo de 2021, la Royal Historical Society del Reino Unido se mostró preocupada de que cuatro universidades británicas estaban pensando en dejar de ofrecer cursos de Historia. Es decir, las crisis económicas vividas a inicios de este siglo, y la producida por la pandemia a partir de 2020, ocasionaron que muchas instituciones comenzaran a dejar de lado las materias que no veían como imprescindibles para la formación de sus profesionales.

Publicado originalmente en

Las consecuencias de esos actos se pueden observar en un deterioro de la capacidad de análisis de muchas disciplinas que renunciaron a utilizar la Historia para autointerrogarse, poner a prueba sus marcos teóricos o buscar respuestas de las crisis del presente. De hecho, lo irónico de esos cierres es que las universidades más prestigiosas de Occidente nunca cuestionaron el papel que tenían los cursos de Historia dentro de sus campus, pues sus autoridades académicas tenían claro ese aporte significativo de la Historia como disciplina.

La formación en Historia, en todo caso, fue también reorientada en algunas universidades. En 2017, Niall Ferguson puso el dedo en la llaga al respecto, al advertir que otras disciplinas y ciencias precisaban de la Historia para comprender procesos, pero que se perdía el camino si los cursos de Historia ofrecidos a esas otras disciplinas se convertían en conocimiento fragmentado expuesto en cursos hiperespecializados con temáticas en principio atractivas, pero no necesariamente formadoras y no necesariamente interesantes para la formación de profesionales como ingenieros, economistas, biólogos, médicos o abogados. Se debían retomar “los grandes” procesos históricos como ejes orientadores en los cursos de servicio.

"La Historia importa porque su saber tiene relevancia para las decisiones políticas, económicas, sociales, culturales y ambientales."

De las discusiones que se han generado al respecto dentro del gremio de historiadores occidentales, ha quedado claro el valor de lo que aporta la Historia a esas otras disciplinas científicas, y, probablemente, lo más importante sea sus competencias de investigación: la Historia enseña a investigar, a desarrollar preguntas críticas que se aplican al pasado, pero también al presente, a escoger evidencias que implican un esfuerzo en su interpretación, a aplicar metodologías y a adaptarlas y a producir informes de investigación. En ese sentido, la historia también provee fascinación por el descubrimiento y, particularmente (como lo señaló Eric Alterman en 2019), la Historia brinda la posibilidad de pensar históricamente, una competencia fundamental para cualquier saber científico.

La Historia importa porque su saber tiene relevancia para las decisiones políticas, económicas, sociales, culturales y ambientales. La Historia importa, también, porque es una herramienta que nos devuelve la certeza de ser una sola humanidad. Importa, porque, en su ausencia, la sociedad deviene en un presentismo absoluto que arrebata la posibilidad de imaginar el futuro o de soñar a partir de ciertos pasados que dejan claro que el mundo no siempre ha sido injusto o que las cosas y las gentes no se mantienen estáticas. La Historia importa, finalmente, porque su criticidad y perspectiva analítica-contextual nos hace más libres frente a los autoritarismos, los falsos profetas y los pensamientos únicos.


David Díaz Arias
Docente de la Escuela de Historia
Director del Centro de Investigaciones Históricas de América Central
david.diaz@ucr.ac.cr